Rufino TamayoSin título del 23 de abril al 21 de mayo de 2004 Rufino Tamayo fue hombre de conocimiento, que ejerció los rigores de un aprendizaje arduo. Aún fatigado por los años de labor, el maestro oaxaqueño se esmeraba en apropiarse de nuevas técnicas, de ese terreno que constituyen las artes gráficas, con las complejidades que supone una creación de esa índole. Es un hecho que Tamayo, sabedor de los progresos del grabado y la litografía quiso afirmarse, sin que tuviera necesidad, en otras latitudes expresivas. De ese modo, esta obra con un personaje en rojos, verdes y oscuros tienen la figuración que identifica plenamente al gran Rufino Tamayo. Andrés de Luna Esta obra forma parte del acervo de |